Su arquitectura es admirable, con muros de piedra y adobe coronados por techos de paja que se funden en perfecta sintonía con el paisaje. La iglesia, joya de inigualable belleza, y el centro de interpretación revelan la memoria viva y el espíritu de su gente.
En los puestos artesanales, las manos locales convierten la lana —su materia prima más noble— en piezas únicas, cargadas de identidad y tradición.
El viajero puede alojarse en la posada comunitaria La Hornada y visitar el criadero de truchas, ambos gestionados de manera colectiva, viviendo de cerca el esfuerzo compartido que sostiene a la comunidad.
La gastronomía se disfruta en pequeños comedores familiares, donde entre coplas e historias se sirven auténticos sabores andinos.
Cada experiencia invita a descubrir la vida rural, simple y genuina, que se mantiene intacta en este rincón del norte argentino.
Ubicación: Sur de la Puna Jujeña, sobre Ruta Provincial N° 11 a 172 Km de S.S. de Jujuy.
Duración: 1 día.
Dificultad: Baja.
Altitud aproximada: 3.400 m.s.n.m
Época recomendada: de marzo a noviembre, en época de lluvia los caminos pueden verse interrumpidos